El agua es un elemento esencial para
mantener nuestras vidas. El acceso al agua potable reduce la expansión de
numerosas enfermedades infecciosas. Necesidades vitales humanas como el
abastecimiento de alimentos dependen de ella. Los recursos energéticos y las
actividades industriales que necesitamos también dependen del agua. Desde el punto de vista de la biología,
el agua es un elemento crítico para la proliferación de la vida. El agua
desempeña este papel permitiendo a los compuestos orgánicos diversas reacciones
que, en último término, posibilitan la replicación de ADN. De un modo u
otro,42 todas las formas de vida conocidas dependen del agua. Sus
propiedades la convierten en un activo agente, esencial en muchos de los
procesos metabólicos que los seres vivos realizan.